Un incendio forestal de gran magnitud se desató esta semana en las cercanías del campo de golf de Littlehampton, movilizando a varios equipos de emergencia. El fuego arrasó pastizales, árboles y heno, y aunque no hubo víctimas, las autoridades piden extrema precaución.
El Servicio de Bomberos de West Sussex confirmó que el incendio no fue accidental y pidió a los ciudadanos evitar acciones de riesgo, como tirar colillas encendidas o dejar barbacoas desatendidas. El fuego avanzó con rapidez, y se necesitaron más de cuatro horas para controlar la situación.
Se calcula que al menos dos acres fueron afectados, y el denso humo obligó a los vecinos a cerrar puertas y ventanas por seguridad. Las altas temperaturas y la sequedad del terreno aumentan el riesgo de nuevos focos.
La advertencia es clara: en temporadas secas, cualquier descuido puede desencadenar consecuencias graves para las personas y el entorno natural.