La situación en Gaza continúa siendo crítica. En las últimas semanas, al menos 67 personas han fallecido mientras aguardaban en largas filas para recibir ayuda humanitaria de la ONU, debido a la escasez extrema de alimentos, medicinas y servicios básicos. A pesar de un alto al fuego temporal, solo 73 camiones de ayuda humanitaria lograron ingresar en 24 horas, un número insuficiente para cubrir las necesidades de más de 2 millones de habitantes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reportado un preocupante aumento en las muertes relacionadas con la malnutrición y la falta de acceso a atención médica, con 63 muertes solo en julio. Los hospitales están al borde del colapso y la falta de electricidad agrava la crisis sanitaria y de infraestructura.
Las organizaciones internacionales han hecho un llamado urgente para abrir corredores humanitarios seguros y ampliar la entrega de suministros esenciales. Sin embargo, la fragilidad de la tregua y la violencia intermitente mantienen a la población en una situación de alto riesgo.



