Tras meses de tensiones crecientes, Estados Unidos y la Unión Europea alcanzaron un acuerdo para establecer un arancel único del 15 % sobre productos clave europeos, entre ellos automóviles eléctricos, maquinaria industrial, productos agrícolas y tecnología médica.
El pacto evita una escalada comercial mayor que amenazaba con impactar negativamente la recuperación económica global. Según el documento, la UE también aumentará su participación en contratos de defensa y compras de gas natural licuado (GNL) a EE.UU., con el fin de diversificar su matriz energética frente a la crisis rusa.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señaló que se trata de “una victoria diplomática y económica” que da estabilidad a ambas economías. Sin embargo, sindicatos europeos han mostrado preocupación por la apertura excesiva a productos estadounidenses.