China presentó un plan estratégico a 10 años para convertirse en líder mundial en inteligencia artificial (IA), con inversiones millonarias en investigación, desarrollo y aplicaciones en sectores clave como salud, transporte y defensa. El objetivo es que para 2035 el país tenga tecnologías de IA “seguras, confiables y éticas”, que impulsen la economía y fortalezcan su posición global.
Este movimiento intensifica la competencia tecnológica con Estados Unidos y plantea retos en regulación y seguridad a nivel internacional. Expertos llaman a un diálogo global para evitar riesgos asociados con la IA descontrolada.
