El fenómeno mundial Bad Bunny ha iniciado su esperada residencia artística en el Coliseo de San Juan, Puerto Rico, con una serie de 30 conciertos bajo el nombre “No me quiero ir de aquí”. Esta iniciativa busca celebrar la cultura puertorriqueña y poner en el foco los desafíos sociales que enfrenta la isla, como la emigración masiva, la gentrificación y la corrupción.
Durante julio, los shows están dirigidos exclusivamente a residentes locales, un gesto de compromiso con su comunidad. Además, Bad Bunny integra en sus presentaciones elementos tradicionales como bomba y plena, colaboraciones con artistas locales y escenografías que reflejan la identidad boricua.
Se espera que este evento dinamice la economía local con una inyección superior a los 200 millones de dólares, fomentando también un turismo sostenible y apoyando a los negocios puertorriqueños.