El 18 de agosto de 2025, Madrid se ubicó entre las 10 ciudades más contaminadas del mundo, según el índice de calidad del aire de IQAir. La ciudad experimentó niveles elevados de partículas PM2.5 debido a la presencia de polvo sahariano transportado por el viento y al humo generado por incendios forestales en el sur de Europa. Estas partículas finas representan un riesgo para la salud, especialmente para personas con afecciones respiratorias como asma, bronquitis o alergias. El índice de calidad del aire (AQI) superó los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud, alcanzando valores considerados «moderadamente dañinos» para la población sensible y «altamente dañinos» si la exposición se prolonga. Las autoridades locales han emitido recomendaciones para limitar actividades al aire libre, usar mascarillas protectoras y mantener ventiladas las viviendas con purificación de aire cuando sea posible. Se insta a los ciudadanos a consultar actualizaciones en tiempo real sobre la calidad del aire y a seguir las instrucciones oficiales para reducir riesgos.



